Previo a la carrera…
Un/a
atleta que se “viste por los pies”
hace una exhaustiva y minuciosa preparación psico-física meses antes frente a
una prueba que ya impresiona sólo su nombre: Media Maratón, junto a su
contenido: 21 kilómetros, todos y cada uno de ellos de 1.000 metros (de
ser alguno de 300 metros no habría estado mal, sobre todo los lánguidos y
extenuantes kilómetros de la segunda vuelta en La Roda)
Un
dosquinceño cogido al azar y, sobre
todo, el firmante, igual se pone
primero la braga al cuello antes que los calcetines según el frío que tenga,
por lo que la expresión “vestirse por los
pies” no nos afecta en modo alguno.
De
las pocas razones que pueden hacernos decidir (o no) correr una MM un sábado a
media tarde, es la respuesta a la pregunta formulada en su propia casa o, mucho
más condicionante, en casa de sus padres o suegros esa misma semana: ¿Qué vamos a comer este sábado…? y en
función de su carga calórica y número de chupitos de orujo-miel de la
sobremesa, pueden hacerle desistir de subir al Podio esa tarde.
Aun
así, el 7 de abril de 2013 en la XI
Media Maratón de La Roda (crónica incluida en el libro, pág. 333) ni siquiera
condicionó mi asistencia el Asado de
Cordero ese mismo sábado (ya que el jueves anterior, decidí no participar
en La Roda después de un entrenamiento en Chinchilla bastante duro y por eso,
ese menú no fue Pasta y Verduritas). A pesar de ello, en esa ocasión me salió
un crono real de 2:00:53, llegando a Meta con nuestro malogrado (y echado mucho
de menos) El Fuerzas y también con Jota.
Como
tuvimos la
Semana Santa entre
Pétrola
y
La Roda, la tradicional carrera de
Minaya que durante muchos años se
celebraba el
Sábado Santo, fue
sustituida por un
chorreante y fresco
entrenamiento el
Domingo de Resurrección, en el cual
recorté e hice algo menos de 4 Km (el resto de compañeros 10K) porque llovía y
no me puse ni neopreno ni neumático de lluvia (en realidad fue por mi aterciopelado
cutis, muy sensible a la humedad con cierta calima) y ésta que debía ser la
última (de muchas) salidas largas previas a una MM en la que:
.-
Se miden las fuerzas.
.-
Se definen estrategias de ataque.
.-
Se enumeran en voz alta los órganos en buen estado
Lo
que realmente pasó (además que el resto del grupo que hizo 10K eran más Bacalaos
que Bonitos
-ojo al juego de palabras- y todos empapados diciéndome al llegar: “¡Has hecho bien en atajar, de la que te has
librado, chaval!”) fue lo siguiente:
.-
Se midió la distancia a EL CORNER, en la Ciudad Deportiva.
.-
Se definieron estrategias de ataque al bocata de lomo con cebolla y mahonesa
.-
Se enumeraron en voz alta los platos al centro y carajillos quemaos.
Empieza la semana
con una predisposición un tanto nihilista1 ante la
descabellada idea de inscribirme en la MM de La Roda por falta de fondo, entrenamiento, motivación y exceso de
peso, distancia y mojar pan en salsas. Por otro lado, es una MM que he
frecuentado hacer casi todos los años desde mi epifanía2 atlética
y siempre nos han tratado y agasajado con generosidad.
Como
mi costillita menor, Irene, me
comunicó hace ya algún tiempo su decisión de participar en la carrera de 6.5 K de La Roda, me dispuse a
inscribirnos con la duda existencial de hacerlo en la MM o en la Corta; el subconsciente,
probablemente, me juega una mala pasada y me
apunto a la larga pensando –iluso de mí- que tengo 5 días enteros por
delante para prepararme el reto y tener actualizada mi tarjeta de la Seguridad
Social; llevo sin prepararme en condiciones una MM desde la Pandemia… ¡¡ pero de
la gran epidemia de gripe 1918 !!
Al
ir bastante sobrado de recursos musculares y fondo atlético, llego hasta el mismo
miércoles 3 de abril donde por obligación conyugal 3 me
dispongo, un poco a regañadientes, a utilizar una cinta de correr BH Fitness Pioneer que Manuel Poveda del DonQuijote la ha debido “trucar” (como las antiguas Derbi Variant que tenían
un motor de 50 c/c y lo aumentaban a 65 c/c) porque tengo la sensación que va
más rápido de lo que el display indica.
Pues
bien, me puse a entrenar y estuve 80 minutos, de los cuales 70 fueron ¡¡andando
a 10min/km!!, no me daba el aliento para más, con lo que se me venía a la mente el perfil de la iglesia de El Salvador de La Roda, mezcla de los estilos gótico y renacentista por estar
construida entre los siglos XVI y XVII, y de entrar en ella a encomendarme y
confesar mis pecados atléticos por omisión (fundamentalmente de entrenar) y
gula continuada hasta decir basta.
Semejantes prolegómenos
a tres días de la MM, harían que la inmensa mayoría de los pseudo-atletas mortales ya hubieren
cedido el dorsal sin pensarlo; un dosquinceño de raza jamás abandona salvo que
se le caigan 2 vísceras importantes, pierda un peroné y visión en un ojo pero
si tiene que reventar, lo hace con las zapatillas puestas. Es lo que tiene un
descerebrado atlético.
Con
esos mimbres me planto en el jueves por
la tarde donde ya me obligo a mí mismo a quedar con los dosquinceños Dioni Verdú y Javi Mtnez a hacer una tirada de 11K para soltar un poco engranajes
y ver cómo gruñe el motor. Efectivamente, hay que lubricar, cambiar los
filtros, comprobar los niveles, inyección electrónica y la amortiguación; al
menos parece ser que podemos asegurarnos terminar la primera vuelta en La Roda;
de la segunda va a ser mejor contar con ayuda divina.
Con toda esa
concienciación y falta de entrenamiento, no era muy ético
emular tiempos pretéritos donde las comidas previas a una carrera, y más una
MM, era como antaño se decía a las embarazadas que tenían que comer por dos,
tres, cuatro o más según fueren gemelos, trillizos, cuatrillizos etc. y
creíamos que nos iban a dar mareos por el gasto energético y el estómago vacío;
los que sobrepasamos ampliamente de los 80Kg, tenemos más energía acumulada que
una caja de bombas, no vamos a tener desmayos, vahídos, desvanecimientos ni
obnubilaciones por falta de ingesta.
De
este modo llegamos al mismo sábado por la mañana donde la idea es comer lo
mínimo para no añadir más peso al chasis ni tener una inoportuna dispepsia5 y la foto es una auténtica
declaración de intenciones para compensar de algún modo todo lo engullido
durante la semana. Es un verdadero
milagro llegar a terminar una MM como la de La Roda con el pedazo de panceta que porto.
Entrega de “CRÓNICAS
ATLÉTICAS”
Nuestro
dicharachero y ocurrente
speaker en
esta ocasión,
José M. Herreros Peñafiel –
Peña- convoca en línea de salida a
Juan
Ramón Amores, alcalde de
La Roda
desde el año 2019 (Senador desde 2023 por las Cortes Regionales) y a la
Concejala de Igualdad
Mª José Fdez. Mtnez. para hacerles entrega
en representación de su ayuntamiento, de un ejemplar de mi libro
“Crónicas Atléticas” donde la Media
Maratón de su localidad aparece comentada en los años 2009, 2010 y 2013, explicándoles
brevemente el origen de reunir todas las crónicas que iba subiendo al blog
SEBAS dosquince
desde el 2007 y compilarlas físicamente en un libro publicado en 2021 y
financiado por crowdfunding.
Independientemente
de la faceta política o gestión municipal de Juan Ramón que, por otro
lado desconozco, me impactó y sorprendió muy positivamente el tesón, la perseverancia,
tenacidad y constancia ante su circunstancia personal que sirve de ejemplo de
coraje y determinación a tanta gente con dificultades incluso mucho menores
para que per se no condicionen,
restrinjan o limiten su vida; es una persona optimista y absolutamente vital.
Gracias Juan Ramón y Mª José.
LA MEDIA MARATÓN EN SÍ
MISMA
Lo
cierto es que en esta parte desearía extenderme muchas páginas, con decenas de
anécdotas, situaciones curiosas y coincidir con muchos compañer@s de toda la
vida deportiva pero en esta edición de la MM no ha sido así. Dos razones principales lo han motivado:
1.-
Acompañar a mi nena menor Irene Gómez los primeros 3.5 Km a unos
7.10 min/km. Sin entrenamiento desde hace meses, tan solo dos días la misma
semana que trotó a 6.4 min/km una distancia de 3Km, aun así llegó perfecta a
Meta y con ganas de correr más carreras y con mejor ritmo.
2.-
Falta de entrenamiento para bajar de 6 min/km la MM, subiendo ese ritmo a
aprox. 6.50 min/km aunque llegando mucho mejor de lo esperado por saber
perfectamente en qué condiciones está el cuerpo
escombro y hasta dónde se puede llegar sin daños directos ni colaterales;
eso lo da la pura experiencia de años y carreras disputadas.
Ambas
razones me hizo estar la primera vuelta prácticamente solo, alcanzando a Raúl Puche
del Caudete sobre el Km 8 y a Eloy Tercero e Irene Paterna del ADGC ya pasando la primera vuelta donde Irene, que no iba muy católica, nos
invitó a irnos si la queríamos y se fue quedando atrás.
Casi
todo el trayecto hasta aprox. km 19,
fuimos más o menos juntos y a ratos, Raúl Puche y Eloy Tercero. En ese punto
Raúl
se tuvo que introducir algo en salva
sea la parte porque empezó a alejarse sacándome dos minutos en menos de 2
km y Eloy que
esa tarde no estaba en su mejor momento puesto que llevaba los 4 o 5
últimos kilómetros alternando trotar con andar y eso sabemos que conlleva un
gasto de energía muy importante. Ese minuto de diferencia conmigo es tan sólo
por ir andando parte del último tramo a Meta.
Lo
curioso es que llevaba viendo a Pepe -el Farma- junto a una chavala con
camiseta del Kronos desde varios kilómetros atrás y en el
último giro a la rotonda tras la pequeña cuesta que yo empezaba a subir, él iba
ya cuesta abajo dejando atrás a la pareja. Cuando me dejo caer por esa pequeña
pendiente y a 200 metros escasos de Meta que la alcanzo, resulta que es Gemma del Kronos estando más para Sofá, Té y Pastas que para seguir corriendo,
de modo que mantuvimos un ritmo cómodo sin aspavientos para llegar dignamente a
Meta sin necesitad de desfibrilador, Oxígeno o Fórceps.
Digna de mención es la presencia de nuestro apreciado José Mateo Jiménez que tuvo los arrestos de aparecer en La RODA (casi aparca su coche debajo de los tubos de Meta) con su particular silla de ruedas para animarnos e incluso hacer fotos. Es otro de los habituales almorzantes en nuestras ya permanentes quedadas los jueves a las 10:30 en la Tapería de José Luis frente a la Catedral de San Juan Bautista en Albacete.
Es cierto que en el
recorrido hay varios tramos
muy largos y solitarios que para conseguir los 21km en un gran pueblo como
La Roda, es inevitable tener. Comparando con otros años y no ayudando mucho las
condiciones meteorológicas o incluso la parrilla de programas en TV, no eran
muy abundantes los grupos de gente
animando en los distintos puntos del trazado pero, eso sí, donde había autóctonos
(algunos con equipos de audio) se
volcaban con los participantes y en especial, con los cuerpo escombro que deambulábamos como podíamos por esas calles
Rodenses; por ellos sí que merece la pena correr en La Roda y por su Club, y
por la Organización, el Ayuntamiento, los voluntarios y agradecer especialmente la montaña de MIGUELITOS que nos teníais preparada al finalizar la MM en el ágape. Os aseguro que tenéis
carrera para rato.
Ya en Albacete tras la
MM
En
estos últimos 5 años he hecho muy pocas Media Maratones; desde la MM de Hellín del 29 de octubre del año
pasado, el entrenamiento más duro realizado fue ir al Mercadona de Circunvalación y volver con dos Packs de
agua de dos litros hasta la Fuente del Parque…
A
pesar de todo lo relatado, terminar la MM de La Roda no me ha resultado tan dura y pesarosa a posteriori como
las últimas MM desde 2018, en las que desde el primer instante de terminar, he
sentido el Lado Oscuro de la Fuerza
en Lumbares, Cuádriceps, Isquiotibiales, el Piramidal, el Obtuso, el Isósceles,
la Tangente, entre otras razones trigonométricas y hasta esotéricas4,
manteniéndose las agujetas y/o contracturas diversas, a veces, durante muchos
días (los primeros años de empezar a correr, allá por 2006, esos incidentes musculares duraban ¡¡hasta
dos semanas!!)
La prueba definitiva de
haber llegado entero y en óptimas condiciones, ha sido al subir
las inmensas e inacabables escaleras del portal de casa, sin activar el botón de pánico de mi móvil (conectado
directamente al Cuartel de la Guardia
Civil y al 112) que, como buen atleta, nunca utilizo el
ascensor para ir a mi piso, dando igual los kilómetros entrenados o competidos.
En
otras medias maratones, he usado el pasamanos
de la barandilla de la escalera para ayudarme a ir avanzando escalón a escalón, utilizando músculos
con menos uso en una carrera como los bíceps y tríceps de los brazos; ello ha
conseguido, a veces, poder llegar a abrir la puerta de casa, en menor tiempo
que el crono de la propia carrera.
En
esta ocasión, no me hizo falta llamar al 112 emergencias porque cuando llegué
al primer rellano de la escalera, me senté en el rincón a llorar de pura
emoción por no haber utilizado el pasamanos
para subir ese primer tramo, aguantando la respiración y a oscuras porque la
luz de la escalera hacía buen rato que se apagó…, en ese instante se abrió una
puerta con decisión y encendiendo la luz del portal y con buena voz, mi Santa exnovia exclama:
-
“Sebas… ¿Estás por ahí?, hace tres cuartos
de hora que oí la persiana del garaje y vi encendida la luz del portal”.
A
lo que le contesto con una débil, tenue, casi imperceptible voz como lejana…
-
“Si i i i i, soy yo o o o o o, ahora subo
o o o o o”
Bueno,
como detalle anecdótico informativo diré que vivo… ¡¡ en un primer piso !!
Bromas
aparte, a pesar del crono tan brutal que descerrajo en La Roda, las sensaciones físicas una vez llegado a casa, adecentado
y cenado, fueron mucho menos dolorosas e incisivas de lo esperado. De hecho,
carreras de este mismo año como Yeste
o Elche de la Sierra fueron mucho
más duras y con más agujetas y pesadez que ésta, incluso en la MM de Hellín del año pasado estuve varios
días con cierta presión y cansancio que ni siquiera el domingo tuve.
BOLSA OBSEQUIO
CLASIFICACIONES
DOSQUINCEÑAS
Ángel
García 1:36:57
Dioni
Verdú 1:53:08
Ramón
Bello 1:59:34
Sebas 2:24:44
Irene 0:47:02
Raúl
Puche CAUDETE 2:22:37
Gemma KRONOS 2:24:43
Eloy
Tercero ADGC 2:25:47
Como
curiosidad, los cronos que hice en los tres MM de La Roda que están reflejadas en el libro “Crónicas Atléticas”
cuando aún era joven y fuerte, fueron:
VII
MM La Roda 2009:
1:54:15
VIII
MM La Roda 2010: 1:57:52
XI MM La Roda
2013: 2:00:53
SEBAS dosquince
"Correr MM es lo que tiene..."
ADENDA.
1 Nihilista: Negación de un fundamento objetivo en el conocimiento y en la moral.
2 Epifanía atlética: Momento
en el que un humano ajeno a todo deporte siente una llamada (de un atleta
amigo) una revelación (en prensa, radio o TV) o visiones de sí mismo
practicando una disciplina olímpica, especialmente el atletismo. A partir de
ese momento entra en sus prioridades la práctica obsesivo/compulsiva junto con
el inevitable apostolado y divulgación de las bondades de su nuevo hobby, sea
por puro amor al deporte o por no caer en las garras del maligno sedentarismo
con sus negativas consecuencias para su propio cuerpo mortal.
3 Obligación conyugal: Aunque
parezca irreal y difícil de creer, en innumerables ocasiones es mi propia exnovia la que prácticamente me obliga a
salir a entrenar porque cuando no lo hago, al llegar a casa después de una
carrera, aparezco de tal guisa que si
se busca en Google: “Ecce Homo” aparece
mi cara con la camiseta dosquinceña.
4 Esotérico:
Adj. Que es impenetrable o de difícil
acceso para la mente. Cierto, con tanto entrenamiento para una MM, llegamos
ya cansados a la carrera y nos salen unos cronos de espanto; eso sí, el tema
cardio lo tenemos perfecto y con muy bajas pulsaciones pese al ritmo demencial
que entramos por los tubos de Meta que llegan a cimbrearse por las turbulencias
que generamos a nuestro paso.
5 Dispepsia: Sensación de dolor o malestar en el hemiabdomen superior; a menudo es
recurrente. Puede ser descrita como indigestión, gases, saciedad precoz,
plenitud posprandial, dolor urente o ardor.
FOTOS
Gerardo, Petrus, Joan Climent, Pepe Páramo, Propias.