BLOG SEBAS DOSQUINCE

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martes, marzo 1

XVII Carrera de MOLINICOS: Balzac, Stephen King, la I Guerra Mundial y el Podio personal

Las motivaciones que llevan a un cuerpo escombro a participar en un circuito de carreras, van más allá del mero ejercicio muscular en sí mismo (que también, al permitirnos ingerir alimentos con menos vergüenza) incluso de las interacciones sociales que tan profusa y reiteradamente he comentado en diversas crónicas, hay una menos conocida pero de gran importancia, sobre todo durante los trayectos más largos en coche (aunque habitualmente se comenta la inmediata actualidad nacional/internacional y los fáciles arreglos de cualquier problema del mundo-mundial) donde pueden llegar a convertirse en verdaderas charlas/coloquios incluso una MasterClass sobre literatura, historia, tecnología actual o cualquier otra disciplina que el ponente, de forma espontánea o a colación de cualquier otro comentario fútil, puede desembocar en una cascada de conocimiento inesperado para el regocijo del intelecto.


Del comentario
sobre el tradicional Café (con churros) de las carreras dominicales matutinas dosquinceñas, pasamos a la conocida afición del galo escritor Honoré de Balzac (1799-1850) por el desmesurado consumo de café (a veces hasta 50 tazas diarias) no sin antes enumerar y describir cómo un gran número de artistas en general, especialmente pintores y escritores, son de carácter peculiar: déspotas, ególatras, intensos…, y muchos de ellos con esas adicciones generalmente destructivas para su persona y entorno social aunque, en otros, altamente creativas para su obra.

Ramón Bello, única pareja de baile dosquinceña para Molinicos, hace alarde de su vasto conocimiento sobre la vida y obra de Balzac (casualmente el 7 de marzo, a las 18:30 en los salones de la Diputación de Albacete, da la Conferencia “Balzac, la ebriedad del Café”) teniendo en mi coche un sitio de excepción ante un improvisado adelanto de dicho evento con una entretenida e interesante disertación durante el trayecto.

Tal era la descripción y relación entre los personajes y las situaciones creadas que parecía estar dentro de la narración; cuando ya aparece el cartel con el cruce para girar a Molinicos, al ver desde el coche todo el monte con una capa de niebla en la cumbre, de repente, salto mentalmente de novela y me meto en “La Niebla” de Stephen King, imaginando al subir al monte que no íbamos a ver un carajo, de barro hasta los ojos y algún que otro monstruo de patas largas y grandes fauces, apareciendo de repente entre la niebla…

Por suerte, no hubo nada de niebla aunque sí mucha humedad, los monstruos ya los llevamos internamente nosotros de serie y en cuanto al barro, lo dejo para unos párrafos más abajo…

 

La carrera de Molinicos está en el Top3 de las serranas más exclusivas y duras del circuito de la Diputación, no tenéis más que comparar dos simples datos con el resto de carreras:

1.- Número de inscritos.

2.- Número de semidioses realmente aparecidos en Meta en cuerpo inmortal (porque después de los casi 14 km con un recorrido en la que un nivel de albañil padecería náuseas, dicho cuerpo, no puede ser humano)

Si a lo anterior ponemos el filtro del parte meteorológico local, resulta que l@s que hemos ido a Molinicos, nos importa muy poco que llueva, truene, caigan chuzos de punta, esté lejos de Albacete, sea de montaña o haya yetis azuzando por los caminos; nos atraen los retos y explotamos el concepto de resiliencia a extremos delirantes.

 

 

El inicio de carrera fue a las 4:30pm en la rotonda de la Plaza de la Constitución, donde nos percatamos que la palabra “todos” los participantes significa “lo mejorcico de cada Club” que, en caso del dosquince, no pudo ser mejor elección (ni peor): Ramón Bello y el firmante, éramos los portadores del Pendón dosquinceño para situarlo en lo más alto del monte y que se viese desde satélite (por eso me entretuve más en la cima para situarlo en sus correctos valores geodésicos…)

Nada más producirse la detonación de manos del edil local, supe que no iba a llegar a la par de José Antonio Hernández Navajas (00:50:00del C.A Diputación, ni acompañando a Mª Ángeles Magán Talavera (00:59:12) del Atletismo C.P. La Roda, ya que durante el instante que estaba pasando por el arco de Salida y ponía mi Crono a 0, al alzar de nuevo la vista a la carretera, la serpiente multicolor (incluyendo a Ramón Bello) parecía más una pequeña lombriz de puntitos de colores corriendo a lo lejos y detrás de mí tan sólo quedaban los lugareños, acompañantes, Protección Civil, dos atletas más, la bicicleta-escoba y Villaescusa al micro.

Los vi tan ilusionados y ansiosos por llegar que decidí no quitarles los primeros puestos de Meta para hacer un detallado estudio sobre la flora local, especialmente la catalogación de Pinos. Sabiendo que el término municipal de Molinicos está a una altura media de 823 m, oscilando entre un mínimo de unos 700 m, y un máximo de más de 1630 m, podemos encontrarnos hasta los 1000-1100m dominando el pino carrasco -Pinus halepensis-. A partir de esa altitud toma el relevo el pino resinero -Pinus pinaster-, y por encima de los 1300-1400m se extiende la sabina rastrera -Juniperus sabina- y el pino salgareño -Pinus nigra-.

 

Ni siquiera pude contener a Carlos García del Elche de la Sierra, puesto que se encuentra en su entorno natural serrano y como la cabra tira al monte…, pudo conseguir un crono de 01:27:33.

A quién sí que alcancé a unos cientos de metros de la salida, es a Marta Soler del Casas Ibáñez, una simpática y joven atleta cuyo padre -Juan Miguel Soler- se dejó arrastrar por la vorágine atlética e hizo un mejor crono de 01:14:42 que ya me habría gustado conseguirlo.

Marta me reconoció por haber coincidido con ellos durante unas decenas de metros en Yeste, subiendo la interminable cuesta de la salida del pueblo pero no pude seguirlos el resto de carrera y, ahora en Molinicos, dijo moderar el ritmo por tenerle mucho respeto al trazado además de tener casi 14kms…

Tuvo una gran paciencia al aguantarme durante toda la carrera donde fuimos en muchas partes comentando técnicas, anécdotas propias y extrañas y teniendo compañía en tramos donde ya no quedaban ni los arrendajos1

 

La primera gran decisión fue mantener el ritmo en la primera bajada hacia el arroyo del pueblo, sin dejarse caer rodando como un Barril lleno de vino para así conservar fuerzas al subir por calle Mayor (donde se recogían los dorsales y la Meta) y los sucesivos giros en la vertical por calle Nueva, Calle Alta y toda la bajada brutal bordeando parte del pueblo por calle Collados hasta llegar de nuevo a la Plaza de la Constitución donde giramos a la izquierda discurriendo la carretera por donde hemos llegado a Molinicos que también posee cierta pendiente…

 

En sí mismo, todo ese recorrido es suficiente para perder los arefusquens cual Castrati2 pero no contentos con semejante vapuleo, aún nos quedaban ganas de recibir más leña en las costillas, y eso que tenía el coche aparcado en esa misma calle como para cogerlo e irme directamente a Albacete, pero estaba tan concentrado en la estrategia de la carrera y en los aplausos, jadeos y gritos de la muchedumbre agolpada en la curva de la rotonda con frases como:

“¡Ánimo, que no os queda nada…!” (Cierto, mi hígado estaba a nada de caerse),

“¡Esa chavalota fuerte y valiente…!” (Refiriéndose a Marta Soler porque viendo mi cara, no inspiraba para halagos)  y también…

“Pero éstos… ¿De dónde salen? Los demás pasaron hace ya rato…” (Señora, estamos realizando un estudio de la calidad de las suelas de las zapatillas en ambientes hostiles)

que ni me percaté de cuándo sobrepasé mi coche.

 

Había un miembro de Protección Civil indicándonos el camino hacia la derecha dejando la carretera y se adentraba en el cogollo de la carrera: la ascensión al Karakórum porque tela de subidita. No recuerdo exactamente lo que le dije justo al girar, si fue “¿Ese barro que se ve en el camino es opcional o va con la carrera?” o quizás “Con todo ese barro se puede reconstruir Mohenho-Daro3”; lo que sí recuerdo es una imagen que me sobrevino como un Flash a la mente durante unos segundos, de un documental en el Canal Playboy…, esto…, no…, perdón, en el Canal Historia, sobre la Primera Guerra Mundial…

 

El 31 de julio de 1917, el comando del ejército británico lanzó una ofensiva cerca del poblado de Passchendaele (Flandes, norte de Bélgica) contra el imperio alemán.

Los británicos tuvieron una victoria pírrica: sus líneas habían avanzado apenas 8 kilómetros sobre las de los alemanes, muriendo, de ambos bandos, más de 585.000 soldados para avanzar solo 8 kilómetros en 3 meses.

 Foto: William Rider-Rider

Si ponéis la foto con algo de pendiente y gente con camisetas de colores, ya tenéis el tramo de barro de casi 1km justo al salir del pueblo. Durante todo ese recorrido fuimos trotando muy pero muy despacio como si hubiese un campo de minas, pegándose las zapatillas al suelo y clamando al cielo para que no estuviese así el resto del trazado. Por suerte sólo fue menos de 1km hasta llegar a un pequeño rellano con un avituallamiento allá por el km 6, en el que girando hacia la derecha bordeamos la falda del monte con pequeños repechos positivos y negativos que nos encaró definitivamente a la subida en sí, hacia el punto más alto de la carrera.


Durante todo ese tramo, Marta Soler siempre iba adelantada subiendo y la iba alcanzando en las pequeñas bajadas, tratando de economizar fuerza aprovechando esos pequeños desniveles a favor para subir los siguientes; todo ello en zigzag hasta llegar a la base de la gran y definitiva ascensión donde, tragando saliva y siendo conscientes que lo más duro se acababa, continuamos hacia delante, no sin antes decirle a los voluntarios que estaban en la misma curva, que en un año les daba tiempo a alisar el terreno y hacerlo más plano, con la consiguiente carcajada de ambos y deseándonos feliz retorno a Molinicos.

Y llegó la cima con el último avituallamiento y unos simpáticos voluntarios nos animaban como si fuéramos los primeros en alcanzarla y detrás de mí, os aseguro que quedaban muy pocos corriendo. A partir de ese punto, bajamos a un ritmo que ya querría haber tenido de media pero la joven compañera, con muy buen criterio y respeto al terreno/desnivel y a sus propios dientes, contuvo su velocidad máxima de bajada hasta la misma incorporación a la carretera, a menos de 2 km del final, extremo que facilitó recorrer ese trayecto con cierta dignidad y, además, vino Juan Miguel Soler, el padre de Marta, a recogerla y nos acompañó, hasta pocos metros antes de la llegada a Meta, en la que hacemos un pequeño sprint para cruzarla con un poco más de ademán atlético.

 

SUBIDA AL PODIO.

Al cruzar la Meta, el inefable speaker Paco Villaescusa, vuelve a nombrarnos, tanto a la compañera de carrera como a mí con apellidos completos, esta vez para indicarnos que no nos vayamos porque tenemos que subir al Podio. Entonces le digo a Marta que, probablemente, al llegar simultáneamente a Meta, compartamos el obsequio que daban según varios números aleatorios de llegada, nada que ver con el número de dorsal.

 

Y a los pocos minutos empiezan a nombrar a atletas con obsequio de diversas empresas locales, y después de unos cuantos, nombran sólo a Marta que sube y recoge su caja obsequio. Pasa unos segundos y ya creo que no me va a nombrar cuando después de otros dos compañeros atletas, me nombra para subir al Podio sin tener que ver con los números asignados de entrada en Meta, y cuando ya estamos arriba en el Podio los tres nombrados, Villaescusa, con su peculiar dicción, desvela el motivo de porqué a nosotros tres, nos daban esa pedazo de botella de vino ecológico local como obsequio… ¡¡Por ser los TRES ÚLTIMOS EN LLEGAR A META!!

 

Se me saltaban las lágrimas de la risa por tan curioso premio que, en todos los años que llevo participando en las carreras, nunca había oído nada parecido. Pero, eso sí, agradecido, orgulloso y realmente sorprendido por haber terminado Molinicos en unas condiciones cuasi milagrosas para un cuerpo modelado como el David de Miguel Ángel pero utilizando Panceta y Forro en vez de Cincel y Martillo.


 

Para finalizar, comentar que el chocolate con magdalenas al final de la carrera y el grifo de cerveza en una esquina de la calle, hicieron recordar aquellos felices tiempos pre-pandemia donde se socializaba sin restricciones, prejuicios ni miedos; eso sí, en Molinicos terminamos 192 atletas, la calle era ancha y abierta y mi crono de llegada fue de 01:38:44… ¡¡Ya se habían ido más de la mitad!! Por cierto, Ramón Bello, disfrutó con un 01:24:49 entre pecho y espalda.

 

SEBAS

Podio por méritos propios


GLOSARIO:

1.- Arrendajo: Ave paseriforme de la familia de los córvidos.

            http://www.vertebradosibericos.org/aves/gargla.html

 

2.- Arefusquens: Vocablo inventao pero en el contexto, la frase: “…perder los arefusquens cual Castrati, es equiparable al resultado de la emasculación de los órganos genitales y no precisamente para obtener una tesitura aguda para el Bel Canto.

 

3.- Mohenjo-Daro: Enclave arqueológico más importante del sur de Asia (Pakistán) datado en la Edad de Bronce (de 4.500 años aprox.) construido a base de ladrillo de barro cocido.