Tras el pandémico 2020 de obligado parón y el discreto 2021, casi con más miedo que vergüenza participando en unas pocas carreras con unos pírricos cronos más testimoniales que deportivos, comienzo el Circuito de carreras de 2022 con gran ilusión, algún kg más de masa muscular (conseguida a base de alimentos dietéticos derivados del porcino, bóvidos, agua de cebada y brécol) y con un entrenamiento (de cebo) tan estricto que los Marines Americanos desecharon como inhumano al hacer cualquier actividad física después.
Por
si fuera poco, la primera carrera de este año, fue un YESTE en toda la parte
frontal de la dentera que realicé, ¡oh, iluso de mí!, con objetivo de intentar
hacer muchas carreras seguidas. Salvo Madrigueras,
Casas Ibáñez y La Roda que
agarré un casi olvidado Catarro Jodendum Vulgaris,
dejándome fuera de juego por precaución durante las dos semanas que incluían
dichas carreras, llevo hasta ahora 16 carreras terminadas incluyendo la
MM de Almansa.
¿Inconveniente
saltarme las tres carreras? Pues sí y muchos. No sólo pierdo esas tiradas
largas sino los entrenamientos antes de disputarlas y los inmediatos a los
siguientes eventos como Barrax, Minaya, Abengibre y Alpera donde prácticamente salgo una o ninguna vez entre semana…
Todos los vaticinios térmicos de inicio de carrera eran tan espeluznantes como ponerse detrás del reactor de un Eurofighter justo al despegar pero los hados, una vez más, estuvieron de nuestra parte y, a pesar de empezar a unos 29ºC prorrogando la salida, con un excelente criterio, a las 7:00pm, dicha temperatura fue paulatinamente disminuyendo durante la carrera, sin olvidar que había algunas calles donde por su ubicación o por correr a favor de la suave brisa, nos caían gotas de sudor como capullos de rosas con macetero de hierro colado incluido.
El disparo de salida
lo hizo nuestro mítico y celebérrimo atleta PEPE LLORENS que cercano a los 17 lustros, lo estaban sujetando porque se le iban los pies para
correr con todos nosotros, lo que para él hubiere sido su vigésima Media
Maratón de Almansa. Menudo pedazo de MONSTRUO atlético, qué gran modelo y
objetivo para tener cualquiera de l@s que disfrutamos participando en las
carreras populares. GRACIAS LLORENS.
Una vez comenzada la carrera, todo eran risas, bromas, saludos, gracietas, frases hechas… una de las más pronunciadas durante los primeros 500 metros es aquella de… “¿Pero cuánto falta para terminar?”, o esta otra de “llevo nosecuántos meses sin entrenar y aquí estoy”, y quién no habrá oído (o sentido en sus carnes) la de “toda la noche sin dormir, bebiendo y fumando sin parar de reír” (MECANO se la escuchó a un atleta popular, allá por los 80´s).
La tónica general
me habría gustado decir que fue mezclada, no agitada de Ginebra Premium con botánicos (en el dosquince hay
auténticos expertos, no tanto en cronos…) pero diré que fue una exquisita mezcla de calor
(que fue disminuyendo durante el evento) con el incremento de kilómetros,
sumado a infinitos matices físicos
(menudos cuerpos escombro portamos
unos cuantos) psíquicos (nos dejan sueltos el tiempo justo de la carrera
porque se nos va la pinza) y,
especialmente, los esotéricos,
aquellos que, según la RAE, son “impenetrables o de difícil acceso para la mente”
porque más de uno/a, sabiendo el estado de nuestro despojo muscular, nos arriesgamos a alcanzar la gloria y no
precisamente atlética, al enfrentarnos a 21km a calzón quitao (expresión sólo válida para buen tiempo, en invierno
sería exhibicionismo catarral gratuito) pudiendo aparecer durante el trayecto
todo tipo de Faunos, Ninfas, Elfos,
Cíclopes, Trolls, Orcos…, en fin, con la misma apariencia que solemos
llegar a Meta más de un atleta popular en una Media Maratón.
Lo más destacable
durante todo el recorrido, y es algo que distingue la MM de
Almansa, es la increíble animación, entrega, pasión de sus lugareños para con
los esforzados y sudorosos atletas, proporcionándonos líquidos variados (además
de los múltiples y generosos
avituallamientos), rociándonos con mangueras, pulverizadores y duchas de
suelo, ofreciéndonos trozos de naranja y hasta chuches como gominolas y nubes; de esto último quisiera puntualizar
que, agradeciendo infinito la buena
voluntad de quién lo ofrecía, diré que si me hubiere echado una nube a la
boca (y no por falta de ganas que soy muy galgo)
aún estarían dándome oxigeno con mascarilla, ya que en esa parte del trazado,
llevaba la lengua que podía lijar todas las puertas y ventanas del Palacio de Versalles sin pestañear.
La MM de Almansa es siempre una auténtica fiesta que, en menor escala de autóctonos y participantes aunque no de festeros, solemos disfrutar en todos los pueblos de Albacete; los atletas populares del Circuito de la Diputación podemos considerarnos por ello como unos auténticos privilegiados.
Durante el recorrido tuve la ocasión de saludar a viejos amigos de Almansa que nos estaban viendo pasar, incluso en los avituallamientos y, en especial, a la otrora dosquinceña María Tomás por el Parque y a su hijo, José Molina, en otra zona de la carrera, ambos animando al personal.
Durante la carrera, estuve a la par con varios compañeros de muchas batallas en distintos tramos, entre ellos Pedro Cifuentes y Mamen del DonQuijote que nos íbamos alcanzando un buen puñado de kilómetros según nos respondían las piernas hasta que Pedro continuó con su homogéneo ritmo y frescas zapatillas perdiéndose en el horizonte.
Con Andrés Reina, neófito dosquinceño, coincido los primeros cientos de metros de la salida y ya notaba que tenía ansia viva por acabar, llegó a Meta junto a José Luis Bernabéu del Nessie Athletic Club con el que también estuve unos cientos de metros trotando en la primera vuelta y muchos más (a unos metros por detrás) en la segunda vuelta aunque por el km 17 ya se adelantó.
Un poco antes llegó a Meta Rafa Hernández, su primera MM en Almansa y con ganas de hacer un porrón más, nos confesó que hubo momentos que le desapareció el calor, el dolor, el cansancio, la sed... y aparecieron los centauros, los dragones, los pitufos…, ¡ Bienvenido al país de las maravillas ! Como si hacer una Media Maratón fuese como ir a echar una Primitiva, ¡¡anda queeeeeeee!! Bueno, en cualquier caso Rafa Hernández llegó con mucha mejor cara y aliento que yo en muchas carreras y aún conservaba todos los órganos y extremidades en su sitio.
Como farolillo rojo dosquinceño tuvimos, manteniendo el tipo, con más arrestos que Don Johnson de Corrupción en Miami1 al inigualable, al insigne, ¡¡al tremendoooo Javiiiii Cejaaaaaas!! dándonos una lección de cómo mente-cuerpo-oogonios deben forman una piña, predominando, en su caso, los oogonios. Javi tuvo una peculiar llegada a Meta que a pesar de parecer un simple tropezón en la alfombrilla del crono, con caída de morros, movimiento de empastes y giro corporal patas arriba amortiguado, aprendido en un curso de paracaidismo por correspondencia… ¡¡ nada más lejos de la realidad!! Como ser profundamente espiritual, que lo es, henchido de emoción por la consecución de un objetivo deportivo madurado y planificado desde hace meses, quiso plasmar con un agradecido ósculo en la alfombrilla sobre el suelo pisado por mil historias de victorias y logros, al término de sus imponentes 21.097 metros, uno detrás del otro. Cualquier otra interpretación será considerada mentirusco y se presentará como querella ante la Asociación de Dentistas y Ortodoncistas de Massachussets.
El despropósito cronométrico del dosquince en su corrida sobre la Maestranza Almanseña queda como sigue:
Mónica Mateo 1:52:56 Dioni 1:54:48
Mª José 1:55:17
Ramón Bello 1:58:52
Rafa Hernández 2:00:06
Andrés Reina 2:12:39
Petrus 2:13:31
Sebas 2:13:31
Javi Cejas 2:25:45
- ¿Queréis una cerveza?
Tengo aquí mismo el grifo.
Me detengo de inmediato, miro hacia dentro de esa cochera donde había más gente al fondo y una pequeña barra junto a la puerta con un grifo; llamo a los demás que seguían andando y le respondo:
-- “Por supuesto que sí, muchas gracias, cualquiera se niega a semejante ofrecimiento, no sabes cuánto se agradece”
Nos acercamos todos a la cochera y empieza a repartir cañas en vaso de plástico como si nos conociéramos de toda la vida. Puro altruismo sin más, cada vez es más difícil pero te encuentras buena gente cuando menos te lo esperas.
Ya
con la caña en la mano, Petrus, de
familia almanseña, comienza a hablar con un señor mayor que estaba sentado al
fondo y nombrando los apellidos parece ser que se conocían los padres y
abuelos. En fin, regresamos a Albacete molidos, sudorosos pero con una sonrisa
de satisfacción.
¡¡ Almansa,
volveremos!!
“… Peor fue lo de Cuba…
y vinieron cantando Habaneras…”
ACLARACIÓN.
1
“…con más arrestos que Don Johnson de Corrupción en Miami” en realidad, lo que quería expresar es “más pelotas que el caballo de Espartero”,
menos poético aunque más expresivo e histórico.