BLOG SEBAS DOSQUINCE

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lunes, junio 16

V Carrera MONTEALEGRE DEL CASTILLO


“Desmontando nuevamente el tradicional chascarrillo”
 
¿Quien no ha oído alguna vez lo del Pueblo de las Tres Mentiras? Pues no tiene más que pasar por este pintoresco rincón no demasiado conocido de nuestra provincia, para deshacer de un plumazo (referido a inmediato, no a Drag-Queen) el dicho popular.

Comencemos el despiece semántico de Montealegre del Castillo:

Verdad nº 1: Sí hay monte, pero está escondido debajo de la subida rompe-ánimos, donde a más de uno le ha hecho temblar los empastes y diversas prótesis. Luego la bajada ha sido una bendición divina. Si por un lado hay que subir “una jartá” de desnivel y una vez en la cima tiene una bajada no menos espectacular en distancia, es lo más parecido a un monte que por definición podemos encontrar en cualquier diccionario enciclopédico.

Verdad nº 2: Sí hay Castillo y árabe, edificado sobre un cerro cercano, ocupado anteriormente por un poblado ibérico y reconstruido en tiempos de Alfonso X y Jaime I, figurando entre los territorios y castillos formantes del Marquesado de Villena. A finales del siglo XIII fue destruido por Pedro I, en su lucha contra su hermano Enrique de Trastámara, incendiándolo y destruyéndolo. Absolutamente rotundo, allí puesto está lo que queda.

Verdad nº 3: Sí son alegres y hospitalarios los lugareños, animando en todo momento a los atletas desplazados, en cualquier tramo del pueblo, especialmente en los alrededores del ayuntamiento, junto a la Meta y en la ascensión al hilarante repechito.

Por tanto, el nombre del pueblo es de lo más acertado toponímicamente hablando, valga la recongoncia, refunfuncia, regurgitancia, bueno…, valga lo que sea.

Antes de salir hacia Montealegre, para ser más aerodinámico y arañar unas milésimas de segundo al cronómetro, decido rasurar mí aterciopelado cutis siguiendo los varoniles retoques metrosexuales habituales:

1.- Afeitado con cuchillo de monte Gillette-Arcos (modelo Rambo).

2.- Ungido con colonia Macho-Man fragancia “Matogrosso” anunciada por Chuck Norris en TV (en garrafa de 5 litros) y

3.- After Shave, sin anglicismos, Jabón de Losa fabricado a partir de grasas sin filtrar de Chorizo de Orza y Sosa, quedando una textura para hacer Peelings que ríete tú del papel de Lija del nº 7.

Llegados al pueblo para aparcar, nos percatamos de la realidad orográfica de la primera parte del topónimo; hubo de poner la marcha atrás y el freno de mano en esa calle para que el coche no se despeñase cuesta abajo. Ello nos produjo un pequeño escalofrío al pensar que si al coche le costó subir, a nosotros nos iba a suponer una sesión extra de culturismo, centrado en gemelos, cuádriceps, soleos, isquiotibiales y vítores al ayuntamiento de Montealegre del Castillo por ofrecernos ejercicios añadidos de musculación por el mismo precio de la carrera.

Una vez embutidos (literalmente) en el traje de luces dosquinceño, nos disponemos a comenzar la faena en la Calle principal del pueblo junto a la Iglesia para que nos ampare la Virgen de la Consolación. Suena el disparo y el desparrame atlético se inicia, cargados de energía y ansia viva de correr como búfalos desbocados por aquellos parajes.

Comencé junto a Jesús Reyes y Ángel Robles, éste se nos separa subiendo el cuestusco porque tiene mejor tracción y sigo con Jesús hasta terminar la primera subida del repecho dentro del pueblo, momento en que le invito a dejar actuar la Ley de la Gravedad cuesta abajo, porque ya grave es correr desplazando más de 80Kg a treintaytantos grados Celsius.

Aprovechando la inercia de toda esa bajada llego a subir hasta volver a entrar en el pueblo, momento que alcanzo a Ángela Argandoña del Donquijote y Pablo Alcaraz del Nessie, continuando con ellos por todo el trayecto del pueblo, subida al repecho incluida y en la mitad del camino subiendo de nuevo al pueblo en la segunda vuelta, alcanzamos al insigne Pepe Llorens del Antonio Amorós de Caudete, gran atleta a la par de persona, con el que el trayecto se hizo más llevadero y entretenido, aprendiendo siempre de su dilatada experiencia y buen humor.

Casi llegando a la carretera se nos disparan Ángela y Pablo y alcanzamos de nuevo a Ángel Robles, con el que finalmente tuvimos el privilegio de llegar a Meta junto al inefable Atleta Pepe Llorens.   

La disparidad cronométrica entre los dosquinceños es directamente proporcional al perímetro sus talles, quedando en orden creciente de aprecio por la buena cocina: Alberto: 0:52:38, Blas: 0:58:08, Sebas: 1:02:32, Fuerzas: 1:11:28.

No estuvo mal el recorrido, temperatura elevada aunque menos que el punto de fusión del rodio por lo que los pendientes y pearcings no se derretían; durilla subida en el pueblo para dar paso a la larga bajada susceptible de poder despeinar el flequillo al viento incluso con gomina, y luego el regreso hacia el pueblo con un repechillo cuya inclinación pareció aumentar en la segunda vuelta, para dar paso ya en zona urbana, a una bajada de más o menos un kilómetro hacia la Meta; un detalle que todos los participantes agradecimos, ya que más de una carrera se acaba subiendo al campanario como en Alcaraz, Chinchilla, …

Apreciamos y agradecemos el trabajo que supone la organización de una carrera de 450 atletas en un pequeño pueblo como Montealegre del Castillo, en su ya V edición, por eso un poco de hielo y unos cubos o capazos para enfriar el Agua y los refrescos de Cola, Naranja y Limón habría sido un término espectacular de la Carrera; menos mal que la Cerveza sí que estaba a muy buena temperatura; los más necesitados de ese fluido fermentado de cebada, dimos buena cuenta de ello.

En fin, estamos encantados con la hospitalidad de los lugareños, Organización y por cierto, muy ricos los libricos de miel y la fruta que sí estaba más fresca que los refrescos. El año que viene nos tendrán otra vez pisoteando sus calles cuando nos reimplanten el hígado que se nos volvió a caer en la cuestecilla.

--SEBAS—
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