Algún erudito versa su explicación sobre la relación directa con los centros profundos del sistema límbico en cuanto a que rige las respuestas emocionales, otros defienden la predominancia del cerebro reptiliano respecto al frontal o neocortex, incluso teólogos definen su comportamiento como lo más cercano a ganarse el cielo (la pareja del atleta, se entiende) por la infinita paciencia que demuestra al dejarles ir todas y cada una de las carreras durante las 40 semanas que dura la penitencia deportiva. El resto de mortales sedentarios sencillamente los llaman “chalaos”, bioadictos a la adrenalina y endorfina.
Nada de lo anteriormente expresado, en realidad se trata de The power of Pérnil (3), es una fuerza interior por encima del bien y el mal, de religiones, de políticas, del estado civil, y a veces de la propia salud psico-física del atleta pero que sin ella sería un despojo humano.
Como una imagen vale más que mil palabras os dejo la razón última de por qué un dosquinceño es capaz de meterse entre pecho y espalda todas las carreras del circuito.
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Y cómo no, a mi homenajeado compañero dosquinceño y, a veces incluso amigo, GOSSI por demostrar que para ser un ATLETA no hay que llegar el primero, ni el último (la mayoría de las veces), ni siquiera hacer todas las carreras; él corre con su propia filosofía gonadal, es decir, CON DOS COJONES, que más de uno desearía tener para facetas no necesariamente deportivas.
ADENDA
1.- Reputado. En su acepción de eminente, estudioso, ilustre, no de alquilar su cuerpo a cambio de una pingüe remuneración económica.
2.- Las Tiesas. Otrora célebre centro Psiquiátrico cercano a Albacete.
3.- The Power of Pérnil. Cuando en La Guerra de las Galaxias, el Jedi Obi Wan Kenobi comenta a Luke Skywalker el descomunal Poder de la Fuerza, en realidad es un error en la traducción (ya que los anglosajones no son muy dados a las beldades porcinas jamoneras) y se trata de El Poder del Pernil, o fuerza arcaica latente desde el Big-Bang que sólo unos pocos elegidos la poseen.
-SEBAS-
Hiper-Troteitor.
(Agradezco enormemente a Miguel A. Mtnez de IMPRIME su excepcional aportación Multimedia)