Joan Manuel Serrat en una de las canciones favoritas de mi padre decía:
Todo pasa y todo queda,
pero lo nuestro es pasar.
Pasar haciendo caminos
Yo amo los mundos sutiles,
ingrávidos y gentiles,
Me gusta verlos pintarse
de sol y grana,
volar bajo el cielo azul, temblar
Cuando el jilguero no puede cantar,
cuando el poeta es un peregrino,
caminante no hay camino,
se hace camino al andar.
Caminante, son tus huellas el camino y nada más.
Al andar, se hace camino, y al
volver la vista atrás
se ve la senda que nunca se ha de
volver a pisar.
Fue
en esta Iglesia donde fue bautizado, fue en Letur
donde empezó su vida y ha sido Letur, su tierra, sus raíces, el único
lugar en el mundo al que ha querido venir en sus últimos momentos.
Si
pudiera definir a mi padre entre tantos sentimientos en un día como hoy, diré
que sobre todas las cosas mi padre es:
Una buena persona.
Un
gran hombre.
Un
padre maravilloso.
Un
hombre valiente, con mucho coraje.
Amigo
de sus grandes amigos
Una
persona que sabía vivir, una persona que sabía sonreír siempre y también ante
las adversidades.
Un
hombre que siempre intentaba proteger a todos aquellos a quienes amaba.
Un
ejemplo de resistencia, de lucha y sobre todo:
Un alma libre
Estos
últimos meses siempre le preguntaba: ¿Papa
como estas? Él siempre contestaba algo indignado y muy gruñón: Estoy vivo hija, ¿es que no me ves? y al
segundo después me sonreía y entonces todo se llenaba de luz y de alivio.
Le
doy gracias a la vida por haberme dado 29 años junto a él, por haberme dejado
despedirme. He podido recordarle lo mucho que le quiero, lo mucho que lo hemos
vivido y lo mucho que lo vamos a recordar.
En
sus últimas conversaciones en el hospital, él me quiso resumir su filosofía de
vida con las siguientes palabras:
Racionaliza tus
emociones, contrólalas para que no te destruyan, para que puedas ser feliz.
Acepta lo que no puedas cambiar. Disfruta todo lo que puedas. No discutas con
nadie. Cuida a tus amigos. Pasa tiempo con tu madre. Disfruta de la vida con Jose. Baila. Coge las zapatillas y
camina. Vete a hacer el camino de Santiago. No te detengas nunca. Porque todo
tiene un principio pero también un final. Y a todos nos llega ese momento.
Estuvimos a tiempo de hablar de su infancia en las calles de Letur donde me hablaba de sus travesuras con Justo y las trastadas que le hacía a mi abuela. Del cariño de sus hermanas.
Me
contó sus historias guerrilleras como el las llamaba, cuando formó parte de las
Fuerzas Especiales en sus tiempos de mili.
Recordaba con mucho detalle las aventuras con Armando cuando estudiaron juntos Ingeniería. Sus veranos en Torrevieja trabajando en Cabo Roig.
Me
hablo de mi niñez, de las cosas que aprendí con él como cuando aprendí a nadar
o a montar en bicicleta, de nuestros años en Picassent con mi madre. De sus anécdotas como funcionario de
prisiones.
Mencionaba
con pasión las veces que llegó a la meta en sus carreras junto a Mamen, Luisa, Ángela, Sebas, Blas, entre muchos otros. Recordaba con orgullo sus 42 kilómetros
de maratón en Murcia.
Recordamos
también algunos momentos donde vimos a mi prima crecer como artista y como
persona. Sus conciertos, sus canciones. La vida nos regaló tiempo de vivir
juntos el último LeturAlma.
Desde
allí arriba, desde ese cielo tan lejano y tan cercano al mismo tiempo, sé que
siempre estará para guiarme y para protegerme. Sé que nunca estará solo, porque
ahora está con sus padres y mi tío Cristóbal.
Sé
que nunca habrá un olvido porque no vamos a dejar de nombrarlo, de echarlo de
menos...
Muchas
gracias a mi madre, a mi pareja, a su amigo Armando, a mi amiga Arantxa, a mis primos, a sus hermanos, gracias a su
amigos y familia del Dosquince y del
DonQuijote, y a toda la gente que lo
quiere por venir aquí a despedirle como se merece, a despedirle como sé que él
se lo habría imaginado.
Mi prima en una de sus canciones dice:
El día que yo me muera no lloren porque me fui porque qué hermoso será morirse, morirse siendo querido.
Uno
de los últimos mensajes que recibió mi padre en su teléfono móvil del hombre
con el que quiero pasar mi vida fueron: ¿Cómo
lo llevas soldado? Hoy te llevamos a Letur.
Y
así ha sucedido y así lo recordaremos siempre.
Muchísimas gracias a
todos.
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