BLOG SEBAS DOSQUINCE

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martes, enero 28

XVII carrera popular YESTE

 

Entrando a Meta. Foto: Domingo Cuartero.

Para preparar una carrera de la dificultad técnica de Yeste, cualquier trazado por la ciudad de Albacete se torna escaso, salvo que se hicieren 5 km subiendo y bajando escaleras del edificio de Covirco en la avenida de España o La Pajarita frente al Parque Lineal, ya que la cuesta de la Vía Verde yendo a La Pulgosa aunque a veces nos resulte algo inclinado, no deja ser un mero escalón, por eso nos pertrechamos el miércoles pasado e hicimos un recorrido en Chinchilla  – con Julián Robles del DonQuijote y Jesús Oseguera recién dosquinceño-- de unos 10K, yendo por Barbacoas, Escorpión, Cerrillos, Matamulas, Gimnasio (Las Gallinas) y vuelta a Claustro.


Training Chinchilla: Desde cuestas Escorpión y Matamulas


La experiencia de Yeste el año pasado pudo haber tenido consecuencias psicológicas permanentes como miedos nocturnos, fobias diurnas, pesadillas recurrentes de húmedos despertares…

- Perdone, la interrupción Sr. Narrador, “húmedos despertares” parece más una expresión de un relato aspirante al premio Sonrisa Vertical que de una crónica deportiva.

-- Querido Alter Ego, en las carreras de la Diputación, he visto cosas que no creería: heridas abiertas hasta verse el ligero beige de la rótula, corredores perdidos por el monte más allá de Paterna del Madera, luciérnagas brillando en la oscuridad en El Salobral. Todos esos momentos se mantendrán en el tiempo, asomándonos una furtiva lágrima como réflex sobre la piel sudorosa con internas agujetas…

- Mmmm, desde esa perspectiva, menos erótica, tiene más sentido, continúe, Sr. Narrador, continúe.


Churrería Avda. España, domingo 7:30am

Como decía, pudo haber tenido consecuencias psicológicas permanentes pero el atleta popular de raza, es mucho más fuerte, hace de la resiliencia un himno y tortilla con sus agujetas (aunque alguno se escapa por pichi-pichi y dicen no ir a correr a Yeste hasta que pongan teleférico) de manera que tras la bofetada atlética del recorrido del año pasado, este año hemos vuelto con más conocimiento, más sabiduría… y mucha menos vergüenza.

Ya no nos iba a pillar de susto el delirante trazado, las escalofriantes bajadas ni la angustiosa y eterna vuelta a la Plaza de Meta; todo ello se ha ido madurando y pergeñando siguiendo las directrices del “Manual del atleta descerebrado: Dimes, diretes y verdades como puños” de venta en las mejores Carnicerías y Casquerías.


Plaza de Salida. Foto: Antonio Abia


El comienzo de la carrera, en todo lo alto de la plaza, no puede ser más alegre ni divertido: vamos contando chistes, saludándonos unos a otr@s, preguntándonos por la familia, el trabajo… lógico, yendo cuesta abajo con un sobrecogedor desnivel que la serpiente multicolor parece –como erróneamente se ha dicho siempre-- lemmings despeñándose por el acantilado de la velocidad punta que alcanzamos.

Es indiscutible la belleza de todo el recorrido por el valle del río Segura, presididos por los montes Ardal y Tinjarra, de obligatoria visita con más tranquilidad y sin traje de luces, paseando por sus sendas, respirando profundamente aire oxigenado a niveles impensables a pie de calle de cualquier ciudad, viendo y oyendo a las aves locales, a los grillos, las mariquitas, el viento entre las ramas, ese atronador silencio de sierra que tan poca costumbre tenemos los urbanitas de disfrutar, incluso percibir el cambio gradual en altura de la vegetación…

- Ejem, perdone de nuevo, Sr. Narrador, tan sólo una pequeña duda ¿Cómo es posible estar pendiente de tanto detalle ecológico cuando corriendo cuesta abajo es difícil hasta de mantener el equilibrio por alcanzar velocidades muy poco usuales en cuerpo escombro que superan holgadamente los 85kg?

-- Cierto, los análisis --si tus pulmones te lo permiten-- se realizan sólo cuesta arriba, cuando la velocidad del corredor popular ha descendido de tal manera que deja de llamarse así para utilizar términos como “paseo campestre”, “si lo sé vengo en moto”, “sujétame el Páncreas que se me acaba de caer el hígado” o “He visto un torrezno iluminado cual pantocrátor en mandorla mística al girar la curva


En todo ese brutal descenso desde el pueblo, he podido adelantar a un nutrido grupo de atletas, pero nada más empezar el giro hacia la subida al monte, mi masa y la gravedad ya no actuaba en positivo, adelantándome entonces hasta los que se estaban tomando un café en el Bar cercano a la Salida. Es en todo ese gran ascenso donde -a un ritmo queloniano- podía disfrutar del impresionante entorno paisajístico, haciendo alarde de un admirable control de respiración y de esfínter rectal: o apretabas el culillo o te ibas cuesta abajo y sin frenos.


Perfil de Yeste.
 


Una vez alcanzada la cima, el desnivel de la caída es mucho más pronunciado, debiendo tener unas zapatillas adecuadas, tobillos robustos, caderas de titanio, músculos de aceros, dientes de zirconio y un buen Seguro de Vida, ¡vamos lo que se dice un auténtico Cyborg !. Es aquí donde los años de experiencia y las prótesis deben estar afinadas porque lo complicado y peligroso en un corredor popular, son las bajadas porque subir lo hace cualquiera incluso andando; controlar durante un pronunciado descenso es otro Cantar y no precisamente del Mío Cid, de hecho, además de la posibilidad de cambiarte los dientes, dosificar un abrupto desnivel y más tratándose de Yeste -con la inestimable experiencia del año pasado- puede hacer que llegues al pueblo con dignidad aplaudida o recogido y multado por el SEPRONA (por animal doméstico abandonado en zona campestre). Es durante la bajada cuando alcanzo a Amalia Carretero del Madrigueras que durante un tramo puedo seguirla

 

Tras el espeluznante descenso –literalmente- y ya cruzando la pequeña carretera, vemos de frente a Yeste y a “escasos” tres kilómetros de la Meta, siendo conscientes que estamos en la parte baja del valle y aún tenemos que llegar a la plaza. El año pasado nos pilló a calzón quitao sin saber en qué parte nos iban a soltar las vaquillas o aparecer el fantasma del castillo con la guadaña, por lo que parecíamos patéticos figurantes de The Walking Dead yendo hacia el pueblo. En esta ocasión fuimos prevenidos, algo más preparados y conociendo todos los detalles del recorrido; el tiempo meteorológico también nos ha acompañado gratamente, haciéndome quitar dos de las tres capas que llevaba, térmica entre ellas; me estaba cociendo por dentro y con la paliza que nos estaban dando, podían haberme puesto troceado como Pulpo a la Gallega en cualquier Bar de Tapas.


Por esta zona comienza a distanciarse Amalia Carretero –ella tenía aún reserva vital para ir subiendo y yo no sabía si llamar al Párroco de la Iglesia de la Asunción, al Capitán de la Guardia Civil o a seguros Santa Lucía para revisar mi póliza-- y se torna más estable el acompañamiento de la encantadora y constante Toya Colmenero del C.A. Correcaminos Albacete que nos íbamos alcanzando/alejando según el sentido del desnivel de los agotadores toboganes, hasta llegar a la entrada del pueblo donde ya le dije: “Con todo lo que hoy estamos penando y teniendo en cuenta que siempre nos quedará Férez en la memoria muscular, vamos a llegar juntos a Meta”.


Subiendo la calle del Castillo con Toya Colmenero.
Foto: Flor García


Subiendo muy a duras penas por las calles del Castillo medieval (s. XIII) y al pasar por delante de Florencio García que estaba haciendo fotos (Victoria Carretero, su costilla, no iba muy lejos de nosotros) oigo resoplar entre los adoquines a Ramón Bello que nos alcanza y ya nos disponemos los tres a hacer un último esfuerzo incrementando un poco el paso en la bajada para llegar a Meta con mucha dignidad, las mismas vísceras importantes y orgullo del deber cumplido.

A la llegada, el insigne y afable speaker Domingo Cuartero, comenta nuestro paso por el arco con la amabilidad y profesionalidad que nos tiene acostumbrados, haciéndonos una simpática foto justo en Meta donde salimos enteros y con muy buena cara a pesar del enorme esfuerzo en una carrera que está en el TOP 3 de dureza del circuito.



Llegando a Meta. Foto: Antonio Abia


Un generoso ágape dispuesto por la Organización, nos esperaba con sabrosos platos de carne para chuparse los dedos, con el que adquirimos la fuerza suficiente para ir a cambiarnos al coche y optar por quedarnos a comer --tras la rasa, uniforme y homogénea ruta de “senderismo” de 11,7 km-- en el Restaurante Casa Marce de Yeste, donde el acopio de proteínas, vitaminas y oligoelementos fue cuantitativamente importante y cualitativamente necesario, ayudando para ello unos espectaculares Torreznos que ya vimos esa misma mañana del domingo al tomarnos el café antes de la carrera sobre las 10:30am (no confundir con el desayuno en Albacete a las 7:30am en la Churrería de la Avda. España). Tanto la amabilidad de su personal como la calidad de las ricas viandas nos obligan moral y gastronómicamente a comentarlo y recomendarlo.


Bolsa obsequio.


Una vez saciados los antojos y contentos los estómagos, nos disponemos a ir por el coche y salir hacia Albacete cuando a unos 100 metros de Casa Marce, estaban Josefa y Angelita del Bicha Runners de Balazote junto a su coche aparcado a la izquierda haciéndonos indicaciones --que en un primer momento entendimos como el habitual saludo cordial entre corredores— y se trataba de una incidencia: por un descuido se habían quedado sin batería… y aparco inmediatamente frente al coche de Angelita.

Tras unos minutos tratando de diseñar la estrategia de solución tratando de resolver dudas existenciales como (ahora llega un coche con otros corredores Bicha Runners):

.- ¿Hay pinzas? ¿Son las adecuadas? Bien, ambos tenemos pinzas homologadas.

.- ¿Cómo puñetas se abre el portón delantero de tu motor? ¿Tiene problemas? ¡Ah!, que lleva tiempo roto el cierre/abertura y cuesta encontrarle el punto. Venga, ya está abierto.

.- ¿Pero dónde lleva la Batería éste Mercedes? ¡Aquí no está! Menos mal que alguien dijo que estaba debajo del asiento del copiloto que si no creemos que lleva una pastilla de Uranio enriquecido para generar electricidad. Bien, ya tenemos el sitio.

.- ¿Van a ser suficientemente largos los cables? Mi coche tiene la batería en el frontal y en el Mercedes en un costado; hay que darle la vuelta y ponerlos en paralelo en vez de frontal.

En esto que aparece un gran coche tipo pick-up de INFOCAM (Servicio de Incendios Forestales de Castilla-La  Mancha) y le preguntamos si tenían un Cargador Rápido.

Nos dice que no tienen pero van a dar la vuelta para subirse a la acera y ponerlo junto al Mercedes. Es un gran coche con una batería y prestaciones más que de sobra para tratar de arrancarlo con las pinzas.

Tras varios movimientos para colocar ambos coches en paralelo que alcanzasen las pinzas y que, finalmente, arrancase el Mercedes de Angelita, pasamos un buen rato de risas, incertidumbre, ingeniería y logística aplicada, con la gran ventaja de pillarnos a tod@s con el estómago bien lleno y habiendo conseguido terminar una de las carreras más duras de todo el Circuito de la Diputación. Fue una verdadera alegría y alivio oír el motor del coche y no lo celebramos con Cubatas porque teníamos que volver, unos a Albacete y otr@s a Balazote.

 

Mercedes en funcionamiento. Foto: Daniel.


CLASIFICACIÓN

Sebas M. Gómez    1:17:43   6.39 min/km

        (en 2024)         1:26:07   7.22 min/km

 Ramón Bello          1:17:44   6.39 min/km

 

Julián Robles          1:07:30   5.46 min/km

Toya Colmenero     1:17:41   6.39 min/km

 

 

 

FOTOS: Domingo Cuartero, Flor GarcíaWeb dipualbaAntonio AbiaDaniel (Club Bicha Balazote), Propias.

 

 

ENLACES:

Web Turismo Castilla-La Mancha

Restaurante Casa Marce

 

 

 

SEBAS dosquince

“Más duros que el corindón”

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