Entrando a Meta. Foto: Domingo Cuartero. |
Para preparar una
carrera de la dificultad técnica de
Yeste, cualquier trazado por la ciudad de Albacete se torna escaso, salvo que se hicieren 5 km subiendo y
bajando escaleras del edificio de Covirco
en la avenida de España o La Pajarita
frente al Parque Lineal, ya que la cuesta de la Vía Verde yendo a La Pulgosa aunque
a veces nos resulte algo inclinado, no deja ser un mero escalón, por eso nos
pertrechamos el miércoles pasado e hicimos un recorrido en Chinchilla – con Julián Robles del DonQuijote y Jesús Oseguera recién dosquinceño--
de unos 10K, yendo por Barbacoas, Escorpión,
Cerrillos, Matamulas, Gimnasio (Las Gallinas)
y vuelta a Claustro.
Training Chinchilla: Desde cuestas Escorpión y Matamulas |
La experiencia de Yeste el año pasado pudo haber tenido consecuencias
psicológicas permanentes como miedos nocturnos, fobias diurnas, pesadillas
recurrentes de húmedos despertares…
-
Perdone, la interrupción Sr. Narrador,
“húmedos despertares” parece más una
expresión de un relato aspirante al premio Sonrisa Vertical
que de una crónica deportiva.
--
Querido Alter Ego, en las carreras de
la Diputación, he
visto cosas que no creería: heridas abiertas hasta verse el ligero beige de la rótula, corredores perdidos
por el monte más allá de Paterna del
Madera, luciérnagas brillando en la oscuridad en El Salobral. Todos esos momentos se
mantendrán en el tiempo, asomándonos una furtiva lágrima como réflex sobre la piel sudorosa con internas
agujetas…
-
Mmmm, desde esa perspectiva, menos erótica, tiene más sentido, continúe, Sr. Narrador, continúe.
Churrería Avda. España, domingo 7:30am |
Como decía, pudo haber tenido consecuencias psicológicas permanentes pero el atleta popular de raza, es mucho más fuerte, hace de la resiliencia un himno y tortilla con sus agujetas (aunque alguno se escapa por pichi-pichi y dicen no ir a correr a Yeste hasta que pongan teleférico) de manera que tras la bofetada atlética del recorrido del año pasado, este año hemos vuelto con más conocimiento, más sabiduría… y mucha menos vergüenza.
Ya no nos iba a pillar de susto el delirante trazado, las escalofriantes bajadas ni la angustiosa y eterna vuelta a la Plaza de Meta; todo ello se ha ido madurando y pergeñando siguiendo las directrices del “Manual del atleta descerebrado: Dimes, diretes y verdades como puños” de venta en las mejores Carnicerías y Casquerías.
Plaza de Salida. Foto: Antonio Abia |
El comienzo de la carrera, en todo lo alto de la plaza, no puede ser más alegre ni divertido: vamos contando chistes, saludándonos unos a otr@s, preguntándonos por la familia, el trabajo… lógico, yendo cuesta abajo con un sobrecogedor desnivel que la serpiente multicolor parece –como erróneamente se ha dicho siempre-- lemmings despeñándose por el acantilado de la velocidad punta que alcanzamos.
Es
indiscutible la belleza de todo el recorrido por el valle
del río Segura, presididos por los
montes Ardal y Tinjarra, de obligatoria visita con
más tranquilidad y sin traje de luces,
paseando por sus sendas, respirando profundamente aire oxigenado a niveles
impensables a pie de calle de cualquier ciudad, viendo y oyendo a las aves
locales, a los grillos, las mariquitas, el viento entre las ramas, ese atronador
silencio de sierra que tan poca costumbre tenemos los urbanitas de disfrutar,
incluso percibir el cambio gradual en altura de la vegetación…
-
Ejem, perdone de nuevo, Sr. Narrador,
tan sólo una pequeña duda ¿Cómo es posible estar pendiente de tanto detalle
ecológico cuando corriendo cuesta abajo es difícil hasta de mantener el
equilibrio por alcanzar velocidades muy poco usuales en cuerpo escombro
que superan holgadamente los 85kg?
-- Cierto, los análisis --si tus pulmones te lo permiten-- se realizan sólo cuesta arriba, cuando la velocidad del corredor popular ha descendido de tal manera que deja de llamarse así para utilizar términos como “paseo campestre”, “si lo sé vengo en moto”, “sujétame el Páncreas que se me acaba de caer el hígado” o “He visto un torrezno iluminado cual pantocrátor en mandorla mística al girar la curva”
En
todo ese brutal descenso desde el pueblo, he podido
adelantar a un nutrido grupo de atletas, pero nada más empezar el giro hacia la
subida al monte, mi masa y la gravedad ya no actuaba en positivo, adelantándome
entonces hasta los que se estaban tomando un café en el Bar cercano a la Salida.
Es en todo ese gran ascenso donde -a un ritmo queloniano- podía disfrutar del
impresionante entorno paisajístico, haciendo alarde de un admirable control de
respiración y de esfínter rectal: o apretabas el culillo o te ibas cuesta abajo y sin frenos.
Perfil de Yeste. |
Una
vez alcanzada la cima, el desnivel de la caída es mucho más
pronunciado, debiendo tener unas zapatillas adecuadas, tobillos robustos,
caderas de titanio, músculos de aceros, dientes de zirconio y un buen Seguro de Vida, ¡vamos lo que se dice un
auténtico Cyborg !. Es aquí donde los
años de experiencia y las prótesis deben estar afinadas porque lo complicado y
peligroso en un corredor popular, son las bajadas porque subir lo hace
cualquiera incluso andando; controlar durante un pronunciado descenso es otro Cantar
y no precisamente del Mío Cid,
de hecho, además de la posibilidad de cambiarte los dientes, dosificar un
abrupto desnivel y más tratándose de Yeste -con la inestimable experiencia del
año pasado- puede hacer que llegues al pueblo con dignidad aplaudida o recogido
y multado por el SEPRONA (por animal doméstico abandonado en zona campestre).
Es durante la bajada cuando alcanzo a Amalia Carretero del Madrigueras que durante un tramo puedo seguirla
Tras
el espeluznante descenso –literalmente- y ya cruzando la pequeña carretera, vemos de frente a Yeste y a “escasos” tres kilómetros de la
Meta, siendo conscientes que estamos en la parte baja del valle y aún tenemos
que llegar a la plaza. El año pasado nos pilló a calzón quitao sin saber en qué parte nos iban a soltar las
vaquillas o aparecer el fantasma del castillo con la guadaña, por lo que
parecíamos patéticos figurantes de The
Walking Dead yendo hacia el pueblo. En esta ocasión fuimos prevenidos, algo
más preparados y conociendo todos los detalles del recorrido; el tiempo
meteorológico también nos ha acompañado gratamente, haciéndome quitar dos de
las tres capas que llevaba, térmica entre ellas; me estaba cociendo por dentro
y con la paliza que nos estaban dando, podían haberme puesto troceado como Pulpo a la Gallega en cualquier Bar de
Tapas.
Por esta zona comienza
a distanciarse Amalia Carretero –ella tenía aún reserva vital
para ir subiendo y yo no sabía si llamar al Párroco de la Iglesia de la Asunción, al Capitán de la Guardia Civil o a seguros Santa
Lucía para revisar mi póliza-- y se torna más estable el acompañamiento de
la encantadora y constante Toya
Colmenero del C.A. Correcaminos Albacete que nos íbamos
alcanzando/alejando según el sentido del desnivel de los agotadores toboganes,
hasta llegar a la entrada del pueblo donde ya le dije: “Con todo lo que hoy estamos penando y teniendo en cuenta que siempre
nos quedará Férez en la memoria muscular,
vamos a llegar juntos a Meta”.
Subiendo la calle del Castillo con Toya Colmenero. Foto: Flor García |
Subiendo muy a duras
penas por las calles del Castillo medieval
(s. XIII) y al pasar por delante de Florencio
García que estaba haciendo fotos (Victoria Carretero, su costilla, no
iba muy lejos de nosotros) oigo resoplar entre los adoquines a Ramón Bello que nos alcanza y ya nos
disponemos los tres a hacer un último esfuerzo incrementando un poco el paso en
la bajada para llegar a Meta con mucha dignidad, las mismas vísceras
importantes y orgullo del deber cumplido.
A la llegada, el insigne y afable speaker Domingo Cuartero, comenta nuestro paso por el arco con la amabilidad y profesionalidad que nos tiene acostumbrados, haciéndonos una simpática foto justo en Meta donde salimos enteros y con muy buena cara a pesar del enorme esfuerzo en una carrera que está en el TOP 3 de dureza del circuito.
Llegando a Meta. Foto: Antonio Abia |
Un generoso ágape dispuesto por la Organización, nos esperaba con sabrosos platos de carne para chuparse los dedos, con el que adquirimos la fuerza suficiente para ir a cambiarnos al coche y optar por quedarnos a comer --tras la rasa, uniforme y homogénea ruta de “senderismo” de 11,7 km-- en el Restaurante Casa Marce de Yeste, donde el acopio de proteínas, vitaminas y oligoelementos fue cuantitativamente importante y cualitativamente necesario, ayudando para ello unos espectaculares Torreznos que ya vimos esa misma mañana del domingo al tomarnos el café antes de la carrera sobre las 10:30am (no confundir con el desayuno en Albacete a las 7:30am en la Churrería de la Avda. España). Tanto la amabilidad de su personal como la calidad de las ricas viandas nos obligan moral y gastronómicamente a comentarlo y recomendarlo.
Bolsa obsequio. |
Una
vez saciados los antojos y contentos los estómagos,
nos disponemos a ir por el coche y salir hacia Albacete cuando a unos 100
metros de Casa Marce, estaban Josefa
y Angelita del Bicha
Runners de Balazote junto a su coche aparcado a la izquierda haciéndonos
indicaciones --que en un primer momento entendimos como el habitual saludo
cordial entre corredores— y se trataba de una incidencia: por un descuido se
habían quedado sin batería… y aparco inmediatamente frente al coche de Angelita.
Tras unos minutos
tratando de diseñar la estrategia de solución tratando de resolver dudas
existenciales como (ahora llega un coche con otros corredores Bicha
Runners):
.-
¿Hay pinzas? ¿Son las adecuadas? Bien, ambos tenemos pinzas homologadas.
.-
¿Cómo puñetas se abre el portón delantero de tu motor? ¿Tiene problemas? ¡Ah!,
que lleva tiempo roto el cierre/abertura y cuesta encontrarle el punto. Venga,
ya está abierto.
.-
¿Pero dónde lleva la Batería éste Mercedes? ¡Aquí no está! Menos mal que
alguien dijo que estaba debajo del asiento del copiloto que si no creemos que
lleva una pastilla de Uranio enriquecido para generar electricidad. Bien, ya
tenemos el sitio.
.-
¿Van a ser suficientemente largos los cables? Mi coche tiene la batería en el
frontal y en el Mercedes en un
costado; hay que darle la vuelta y ponerlos en paralelo en vez de frontal.
En
esto que aparece un gran coche tipo pick-up
de INFOCAM (Servicio de Incendios Forestales de Castilla-La Mancha) y le preguntamos si tenían un Cargador Rápido.
Nos
dice que no tienen pero van a dar la vuelta para subirse a la acera y ponerlo
junto al Mercedes. Es un gran coche con una batería y prestaciones más
que de sobra para tratar de arrancarlo con las pinzas.
Tras
varios movimientos para colocar ambos coches en paralelo que alcanzasen las
pinzas y que, finalmente, arrancase el Mercedes
de Angelita, pasamos un buen rato de risas,
incertidumbre, ingeniería y logística aplicada, con la gran ventaja de
pillarnos a tod@s con el estómago bien lleno y habiendo conseguido terminar una
de las carreras más duras de todo el Circuito de la Diputación. Fue una
verdadera alegría y alivio oír el
motor del coche y no lo celebramos con Cubatas porque teníamos que volver, unos
a Albacete y otr@s a Balazote.
Mercedes en funcionamiento. Foto: Daniel. |
CLASIFICACIÓN
Sebas
M. Gómez 1:17:43 6.39
min/km
(en 2024) 1:26:07 7.22 min/km
Julián Robles 1:07:30 5.46 min/km
Toya Colmenero 1:17:41 6.39 min/km
FOTOS: Domingo Cuartero, Flor García, Web dipualba, Antonio Abia, Daniel (Club Bicha Balazote), Propias.
ENLACES:
Web Turismo Castilla-La Mancha
SEBAS dosquince
“Más duros que el
corindón”
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