BLOG SEBAS DOSQUINCE

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martes, abril 30

XV Carrera Popular VALDEGANGA “La cuesta del imperio romano”

 


Pincelada histórica y lugares visitables.

Existe una Necrópolis ibérica (fin. s. IV y pr. s. III a.C.) al sur de su término municipal (descubierta por Ballester Tormo en 1917).

El origen de Valdeganga se remonta a la época romana (200 años a. C. según Juan Lozano). Parece ser que había dos calzadas que se cruzaban en la vega del río Júcar: una que se dirigía a Zaragoza (en la pedanía Puente Torres a 4km. aún son visibles los cimientos de su puente romano); la otra paralela al Júcar, conducía hasta Valencia, Denia o Cullera.



Quedan restos de la ermita gótica de San Benito (s. XII a XIV) a 2.5 km.

En la Plaza Mayor se sitúa la Iglesia parroquial de la Purísima Concepción  (s. XVIII) con planta de cruz latina, cúpula de perfil levantino en el crucero y bóvedas de lunetos en el resto y coro alto a los pies.


A escasa distancia de la Plaza Mayor se halla el Mirador de la Ceja, con impresionantes vistas al Júcar y desde el que puede ver la Cueva de los Moros (su refugio durante la reconquista cristiana hasta su expulsión definitiva en 1253).

En un entorno envidiable junto al río Júcar, encontramos lugares como Bolinches, las Mariquillas o Calicanto.


Entrega al Alcalde de “Crónicas Atléticas”


Como va siendo habitual en este año, se está haciendo entrega de un ejemplar de “Crónicas Atléticas” a todos los ayuntamientos que organizan las carreras populares, de manos de sus alcaldes/alcaldesas o concejales representativos. En esta ocasión el ínclito speaker y mejor persona, Domingo Cuartero, convoca en los tubos de Meta al alcalde de Valdeganga, Fermín Gómez Sarrión para recibir un ejemplar de mi libro, una recopilación de crónicas de carreras populares escritas entre 2007 y 2020 para el blog SEBAS dosquince, recopiladas y publicadas en 2021 gracias a un crowdfunding realizado entre familiares, amig@s y compañer@s atletas.



En él aparecen escritas las crónicas de VALDEGANGA de las ediciones I, II y III en los años 2008, 2009 y 2010, haciendo mención de cómo la enhiesta rampa ascendente al pueblo es posible subirla gracias a las
virtudes teologales atléticas1 tan arraigadas al buen corredor como las agujetas o los esguinces.

También le recordé al alcalde Fermín Gómez que el 23 de abril de 2017 doce corredores del circuito entre los que están Manolo Meneses y Pepe Llorens, recibimos un PREMIO a la FIDELIDAD por haber corrido consecutivamente las 10 primeras ediciones de las Carreras Populares en Valdeganga, de 2008 a 2017.

 


Previo a Carrera.

Si hay algo que un corredor no puede obviar y es parte de sus Mantras fundamentales recogidos en las arcaicas “Escrituras Atléticas (tablas de arcilla cocida (el basalto negro era muy duro) con caracteres cuneiformes en lenguaje Acadio hallado junto con el código de Hammurabi aprox. 1750 a. C.) es que y cito literalmente: “sin un minucioso entrenamiento, una buena alimentación, calzado y ropa deportiva técnica adecuada, se deja de ser un trotador practicante para convertirse en pecador de la pradera o páramo yermo entre el Tigris y el Éufrates”.




Los dosquinceños
, como en el Colegio e Instituto no se daba lenguaje Acadio sino inglés o francés y Manchego (éste último con gran profusión) los mantras acadios igual no son habitualmente muy repetidos y ejecutados pero en estas últimas carreras sí que, inusualmente, se han cuidado un poco y entrenado por Chinchilla, prestado atención a la alimentación e incluso adquirido un buen calzado trail que fue estrenado en Valdeganga. Todo ello ha conseguido pasar de un desmesurado crono a un tiempo muy abultado pero hermoso, sentido, sudado, disfrutado…

 

Inicio de Carrera.

 


Salvo los locales, el resto de corredores estábamos ciertamente expectantes por los cambios que decían haber hecho a la carrera, especialmente la subida más pronunciada por una antigua vía romana paralelo a la carretera que per se ya daba muscularmente suficiente pánico.

Tras el disparo de inicio realizado por el alcalde, Fermín Gómez Sarrión, deja en nuestros pies e hígados, la carrera de Valdeganga…



La misma salida del pueblo ya nos parece una mejora respecto a las anteriores ediciones puesto que aparentemente, tiene una pendiente favorable más suave por el paraje de La cuesta blanca que nos vuelve a unir con el antiguo trazado donde, posteriormente nos desviamos a la derecha en una nueva bajada espectacular por la zona de la escalerilla que pasa por las inmediaciones de los restos de la “Ermita de San Benito


Debido indudablemente a los mantras acadios y a la ingesta de yogur probiótico henchido de Lactocasei inmunitas sustituyendo al Carajillo Quemao (siendo sólo circunstancial el hecho de ir a entrenar a Chinchilla estas últimas semanas y moderar el número de torreznos) me paso adelantando hasta el km 5 o 6 a perplejos compañer@s al verme llegar, que en años no coincidíamos durante la carrera (no daré nombres por mantenerlos en el anonimato atlético).

 



Hay un punto en la carrera que quisiera comentar y es en concreto, durante ese tremendo desnivel con curva previo a los restos de la ermita donde identifico desde arriba, un grupo formado entre otr@s, por nuestro Presidente Blas Soriano, el cónsul honorario de Rumanía, Sr. Bello, y la bella (no por apellido) profesional de Telefónica, Conchi Garde




Es en toda esa espectacular caída libre 
donde dejo mi gran masa desplazarse al arbitrio de la ley de la gravedad y adelanto cual endemoniao a todos ellos, sin mediar palabra y sin reducir la velocidad para estar, como siempre hago, unos minutos de charleta. ¿Por qué sucede esto? Simplemente por la velocidad punta por encima de las posibilidades físicas del sujeto que, en realidad, más que sujeto estaba desatado, es decir, las piernas iban más deprisa que los impulsos nerviosos que la controlaban y en vez de camino, estaba viendo un tubo cuántico espacio-temporal de agujero de gusano (Como en la película Contact con Jodie Foster, la nave Klingon de Star Treck, o el Carro de Manolo Escobar antes de que se lo robaran).

 




Lo único bueno fue
lograr que toda esa energía descendente durase un poco más de trayecto y no me estallasen los pistones a la altura de la ermita. Pero de alguna manera pasó factura y todos los anteriormente nombrados, con más o menos esfuerzo, me fueron levantando las pegatinas del chasis: Ramón Bello poco después de la ermita, Conchi Garde antes de llegar a la carretera (estando unos cientos de metros codo con codo de breve charla) y Blas Soriano en el inicio del nuevo tramo alrededor de la colina aunque lo seguí teniendo a 50 metros hasta la falda de la brutal subida a la carretera tras la calzada romana donde abrió la botella del óxido nitroso desapareciendo después de la Banda de música local.



Mamen del DonQuijote, me alcanzó en la misma subida vertical de la calzada romana y no llegué a entender claramente si al pasar me dijo entredientes: “Ahí te quedas, Cocodrilo”, “Tanto correr por delante y te pillo sin braga en la cuesta” o “Si los romanos no llegan a hacer esta calzada, no pillo a este esjraciao



Voy subiendo como Dios y mis fuerzas me dan a entender, una vez en el tramo de carretera de siempre donde me encuentro a la encantadora Esther Huerta del DonQuijote sentada con sus retoños y animando a todo bicho reptante y aún viviente.

Poco más arriba está la animada y simpática Banda de Música amenizando sufrimientos ascendentes y señalando que a un escaso kilómetro se halla la anhelada Meta y, por ende, el indispensable ágape reponedor de líquidos y fuerzas tanto físicas como mentales.

A continuación de la Banda, en la siguiente curva de la carretera escucho como una leve algarabía, algo de bulla, cierto griterío disperso que se va elevando de volumen y perfilándose como una única voz (al seguir trotando) cuando consigo localizar su origen, resulta que es mi costilla pequeña, Irene Gómez con la bandera corporativa de Club, desgañitándose como una hooligan en fase Champion nombrando a pleno pulmón, el Club, al atleta y sus ancestros (que son los suyos también) dándome un nuevo empuje psicosomático para alcanzar la cima.


 



Una vez en todo lo alto de la cuesta, tan solo quedaba conectar de lleno el depósito de reserva que ya se había puesto a parpadear en rojo, y desde allí me dejé caer aprovechando el buen ritmo que llevaba Antonio Muñoz del Correcaminos Albacete.







Ya en el último tramo y viendo los tubos de Meta, aparece mi nena (que venía corriendo desde la subida anterior de la carretera) y vuelvo a tocar la bandera. En ese momento llevaba un buen paso con Antonio Muñoz que supo dar la zancada justa para llegar con buen porte, ademán y mucha dignidad.




Cuando ya estamos un buen rato disfrutando del ágape tras llegar a Meta,
nos percatamos de la falta de Raúl Puche del Caudete (histórico corredor coetáneo a nuestros inicios atléticos, además de apreciado amigo, que nos ha honrado con su presencia viniendo en coche) y trato de buscarlo entre la multitud de compañeros sedientos en la Plaza Mayor de Valdeganga.

Lo localizo a lo lejos, sólo y apoyado en el quicio de la mancebía, esto, no perdón (eso es de la copla Ojos verdes de Concha Piquer) apoyado en un banco, en un banco de la Plaza Mayor, concentrado, ensimismado, aislado del mundanal ruido, en su profundo mundo interior…

Como estaba de espaldas a nosotros, no me veía estar haciéndole gestos para que se uniese al grupo dosquinceño y compañer@s de otros Clubs que estábamos disfrutando del ágape y de la charleta… me acerco hacia él, que estaba inclinado levemente hacia delante y con la vista hacia el suelo, apoyo mi mano derecha en su hombro izquierdo, alza la cabeza, levanta los ojos y mirándolo directamente a la cara, le pregunto:


 

- Puche, ¿Cómo estás? ¿Qué tal has terminado? Hace un rato que te estamos esperando...

Me mira unos segundos como si volviese a la luz tras recorrer una oscura y larga sima (en lenguaje más coloquial sería equivalente a una perdiz deslumbrada en plena noche dándole las luces largas) tras los cuales parece que le vuelve la sangre al cerebro, me reconoce todo encharcado en sudor y resoplando como un Ñu saliendo disparado del río Mara en Kenia con un diente partido de Cocodrilo incrustado en un glúteo y me responde con voz grave y entrecortada…

 

- ¡Ha sido duro, muy dura la cuesta! por eso necesito espacio y tiempo para recomponerme y hacer recuento de órganos vitales; siempre lo hago en todas las carreras y en esta me hace más falta, ahora me acerco pero déjame un rato más que me encuentre a mí mismo…

 

Me vuelvo de nuevo al grupo y, al cabo de unos pocos minutos, llega Puche ya más recompuesto, se había secado un poco la cara y le digo…

- Macho, hace un momento parecías Peter Pan buscando su sombra, es lo más cercano a un desdoblamiento astral que he presenciado en vivo, eras como un cuerpo vacío buscándose el alma, me ha dado hasta miedito los primeros segundos de conversación.

 

Puche empieza a sonreír y contesta:

- Pues es muy habitual que me separe un rato al terminar y haga una serie de estiramientos, introspección y recuento de miembros y órganos como hígado, Páncreas, Bazo etc.

            A lo que todos comenzamos a reírnos de la anécdota y ocurrencia.

 

El nuevo trazado de la carrera fue uno de los temas más comentados en todos los corrillos por los atletas durante el ágape. Había división de opiniones como en los Toros pero cuando se describía y comparaba con años anteriores, se decantaba positiva la decisión del cambio.

Personalmente me gustó más incluso disfruté de todo el recorrido aunque el tramo romano paralelo a la carretera fuese de un desnivel tremendo, ese detalle lo hacía mucho más atractivo como reto; es como si ahora (entre otras) eliminásemos de Elche de la Sierra la subida a la aldea, de Yeste la llegada a Meta por el pueblo, en Molinicos la subida al cerro, o en Villamalea los 37 ºC con 3 leguas en pleno agosto: nos cargaríamos la esencia de la carrera.

 

Hasta la salida del pueblo por el nuevo trazado ha sido mucho más llevadera que en el anterior y la caída casi vertical hacia las ruinas de la Ermita, un auténtico subidón de adrenalina; todo lo demás hasta la llegada al puente es idéntico y el nuevo añadido de la vuelta a la colina tampoco está mal aumentando la carrera a 10K, añadiéndose la subida romana de marras tan dura pero filtrante de cuerpos pecaminosos en grasas saturadas y almas descarriadas del camino atlético: una gozada para masoquistas musculares.

 

Un detalle muy significativo del interés de toda la organización junto con la alcaldía es que muchos tramos del recorrido estaban rellenados y prensados con tierra que en otras ocasiones eran difíciles de transitar ¿Qué aun había trozos sueltos malos y la penúltima subida era demencial? Sí, pero también hemos corrido en plazas peores con toros más fieros.

 

Mi enhorabuena a tod@s los responsables de la carrera de Valdeganga por el diseño, decisión y acondicionamiento (en lo posible) del nuevo recorrido.

¡¡ GRACIAS, la he disfrutado como un poseso atlético2 !!

 

Cronometraje algo aleatorio fijando tiempo Real y Oficial.

En cuanto al cronometraje de chiplevante parece que hay un cierto desajuste. En los listados de la clasificación general en PDF, salvo los atletas de élite que están encima de la alfombra en el momento del disparo, todos los demás tienen diferencia entre tiempo Real y Oficial. Curiosamente no ocurre con todos los cronos, que podría indicar un claro fallo técnico como en algunas carreras ha pasado. En éste caso no es de forma multitudinaria pero a mí me ha tocado tener el mismo crono, oficial y real y se puede ver hasta en fotos que estoy muy por detrás de las alfombras en el momento del disparo.

Unos cuantos segundos de diferencia carecen de importancia cuando el crono total varía un minuto arriba o abajo pero cualquier atleta se batiría a duelo con florete si esos segundos hacen cambiar una hora; no es lo mismo decir para 10K: “Tengo un estupendo crono de 0:59:57” (por mi GPS Forerunner 305) que este otro de: “Tengo un patético tiempo de 1:00:17

Esa minúscula diferencia te hace perder una apuesta (contigo mismo o con cualquier compañer@), perder la “honrilla atlética” por objetivo incumplido, incluso perder la vergüenza, bueno, la vergüenza no; ésta la perdí el primer día que fui allá por 2006 con mi cuñado Joaquín Martín (sí, el veterano atleta con decenas de podios) a comprarme mis primeras mallas ajustadas… - que si éstas te tiran de sisa…, ahora me hacen arrugas atrás…, toma algo más cortas que se te vea rodilla…, estas otras me marcan en exceso los arefusquens3- en fin, la dependienta de la tienda esbozaba todo el rato una amplia sonrisa, seguro que pensaba: “Estos es la primera vez que van juntos a comprar ropa deportiva, ¡vaya par de dos!”

 

Clasificaciones dosquinceñas.


Tenemos una nueva Gacela en el dosquince, el hijo de Dioni, Manuel Verdú que se estrena en Valdeganga con un crujido al crono que ya quisiéramos muchos tener, además de su peso y edad.


Manuel VERDÚ        0:45:59


Ángel TORRALBA   0:43:48

Manu SALAS            0:49:01

Dioni VERDU           0:49:48

Salva SORIANO       0:49:50

Ramón BELLO          0:56:05

Blas SORIANO         0:59:12

Sebas GÓMEZ           1:00:17

 

Raúl PUCHE             Atletismo Caudete      1:04:11



Nuria ALFARO         Ldadl Ambulancia     1:02:08

Jesús OSEGUERA    Ldadl Ambulancia     1:02:08

 

Ágape, Bolsa obsequio.

No faltó nadie que se quedara con ganas de beber algo, aunque tuviera que ir varias veces a la barra con las generosas “aguadoras” pendientes que no faltase líquido elemento a ningún atleta; simpáticas y atentas como si fuéramos vecinos suyos. Muy de agradecer.

Fruta tampoco faltó en ninguna mesa y las cortezas con los frutos secos de las bandejas que iban sacando, estaban exquisitas, tanto que la incluida en la bolsa de regalo, si me descuido no sale porque al sacarla en casa y dejarla encima de la mesa para la foto, mi nena empezó a devorarla en segundos.

Hizo buena tarde para estar también un buen rato de tertulia, saludando a viejos colegas y atletas que hacen Trail, junto a otros que están lesionados pero se acercan a Valdeganga a vernos. Estos son los momentos que hacen de un grupo absolutamente heterogéneo de personas, una especie de familia atlética en la que poco a poco se refuerzan los lazos de compañerismo convirtiéndose en muchos casos en duradera amistad.

 


Agradecimientos todos y a la Banda de música en la cuesta

Mucha chavalería en los avituallamientos y voluntarios muy amables animándonos a tod@s, incluso los que íbamos con la lengua fuera al llegar al puente antes de dar la nueva vuelta a la colina.

La Banda Unión Musical Virgen del Rosario de Valdeganga amenizó el sufrimiento (voluntario) del cuestusco que este año tuvo un tramo de subida aún (si cabe) más inclinado por culpa de los antiguos romanos; diestros músicos con buen repertorio animando a los intrépidos atletas de esfínter constreñido, sudor recorriendo la mejilla y ojos saltones por el esfuerzo realizado.

 

SEBAS dosquince

“En Valdeganga, lo que nos echen”

 

 

ADENDA

 1 Virtudes teologales atléticas: Fe, Esperanza y Caridad.


            Fe: Mucha, en cuanto a que tenemos que subir todas las cuestas si queremos terminar la carrera y regresar a casa.

      Esperanza: La fe infunde la esperanza o espera con confianza en el cumplimiento de un determinado objetivo: alcanzar la Meta con aliento como para llegar al ágape.

       Caridad: Amor al deporte y a tus semejantes. Fundamental prestar la ayuda que necesitare cualquier compañer@.


2 Poseso atlético: Dícese de aquel atleta o pseudoatleta que por muy adversas que sean las condiciones de una carrera en concreto, dice disfrutar de ella sin necesidad de fármacos, confesión religiosa o visita previa al psicólogo/psiquiatra; pos´eso, como una chota.


3Arefusquens: Vocablo inventado que hace referencia a los significantes masculinos, especialmente cuando están confinados a presión y muestran involuntariamente relieve en 3D bajo ciertas prendas ajustadas: mallas deportivas, traje de luces, neopreno de buceador cualquier otra que resalten


FOTOS.

Gaby, Domingo Cuartero, Google Earth, Propias.

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